Por Francisco Javier Acosta Martínez
Sábado Secreto fue un periódico publicado a finales del siglo XIX en México bajo la dirección y edición de Francisco Rivas Puigcerver, redacción de Elías Abarbanel y David, y Manuel Arzamendi y Milán quien fungió como administrador. Esta publicación es considerada por algunos como la primera muestra de periodismo judío más antigua de la que se tiene registro.
En el primer número de Sábado Secreto, fechado el 9 de febrero de 1889, se pueden leer algunos detalles en torno a la publicación referentes a: los talleres, que estaban ubicados en la calle de San Miguel número 2; su costo, que era de 0.25 centavos y que los ejemplares solo eran distribuidos entre “israelitas”, tal como se menciona.
En la primera plana de esta edición también se ofreció un bagaje histórico y cultural de los judíos de origen sefardí, mismo que inicia con su expulsión de España por parte de los Reyes Católicos en 1492 y la migración hacia la Nueva España de todos aquellos que eran perseguidos bajo el símbolo de la cruz cristiana:
“… el mismo fraile conquistador bautizaba por fuerza al árabe y al hebreo peninsulares, así como al indígena continental, convirtiendo en morisco al moro, en judaizante al judío, en indio al indígena, y a todos ellos en cristianos nuevos…” [1
Colección de autos de fe y otras secciones
Asimismo, en este ejemplar se publicaron una serie de cartas y documentos relacionados a la Inquisición y los Reyes Católicos, en el apartado “Colección de autos de fe”. Esto, con la intención de que dichos documentos fueran rescatados y estudiados por la clase intelectual y por aquellos que estudiaban temas relacionados:
“Creemos que tan importantes documentos serán apreciados en lo mucho que valen, y leídos con el interés que exigen, por nuestros ilustrados y humanitarios correligionarios.”[2]
Esta recopilación documental inició con la primera parte de una relación de reos del Convento de Santo Domingo que fueron sentenciados y exhibidos el 18 de mayo de 1721. Dicha lista incluía 10 nombres, todos acusados de judaizantes, y continuó en el siguiente número.
Otra de las secciones de Sábado Secreto estaba dedicada a la literatura y en el primer número apareció un verso titulado “Lamento de un expatriado”, una versión del Salmo 121 escrita por un judaizante español, según se puede leer al pie.
En la parte de avisos se tiene acceso a información referente a los negocios de la época, como es el caso de la Parisiense, cuyo dueño era David Zivy y compañía, que estaba ubicada en la calle Primera de Plateros número 11. En este establecimiento se comercializaban: “… libros de misa, pilares para agua bendita, abanicos, sedería, objetos de marfil plaqué y bronce, neceseres, bastones, porcelanas, así como perfumería francesa e inglesa…”[3]
Por otro lado, el segundo número del Sábado Secreto apareció el 27 de abril de 1889 y es de resaltar que para este ejemplar el nombre cambió a Sábado. En esta edición se aclaró, entre otras cosas, que la publicación pertenecía a la organización Jov Elijm, y que los talleres de la imprenta no contaban con caracteres hebraicos, lo que dio como resultado la trasliteración de palabras en hebreo en caracteres latinos.
De acuerdo con el texto, los Jov Elijm, organización fundada en 1850, eran descendientes de españoles que habían llegado a México y se instalaron en Campeche. Su educación religiosa fue preservada gracias a las madres, ya que fueron las responsables de hacer perdurar a la cultura sefaradí en sus nuevos hogares.
Con relación a México, este grupo veía al país como una gran oportunidad para el renacimiento de la cultura judía, argumentando que no había un credo oficial y la tolerancia religiosa era amplia luego de la Independencia nacional.
“… los ciudadanos de la República a costa de grandes sacrificios han conquistado…el mayor grado de civilización…A nadie preguntamos, nosotros los mexicanos, cuál es la identidad que adora, ni qué ideas religiosas, políticas o filosóficas profesa…”[4]
Estas reflexiones obedecen al imaginario de un México que, después de guerras y conflictos internos, conciliaba un estado de paz y que además, mostraba progreso en vías de la modernidad.
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En suma, El Sábado Secreto o Sábado fue una publicación de reflexión religiosa y política que permitió un espacio de convivencia. Los judíos de origen sefaradí buscaban un nuevo hogar sin olvidar el bagaje español del que tanto añoraban y a la par señalaban a la Inquisición y al Santo Oficio de los atropellos. En la búsqueda de la identidad, esta comunidad buscaba el reconocimiento como mexicanos y colaboradores de la nueva nación.
[1] Redacción, “Nuestro programa”, El sábado secreto, el 9 de febrero de 1889.
[2] “Colección de autos de fe”, El sábado secreto, el 9 de febrero de 1889.
[3] “Mercería La Parisiense”, El sábado secreto, el 9 de febrero de 1889, sec. Avisos.
[4] “Los MgSHUVMADHIJM”, El sábado secreto, el 27 de abril de 1889, Año 1, Núm. 2 edición.
Referencia:Sábado Secreto, Año 1, número 1, 9 de febrero de 1889, México, consultado el 28 de octubre de 2021, recuperado de: https://www.nli.org.il/en/newspapers/sabado/1889/02/09/01/?&e=——-en-20–1–img-txIN%7ctxTI————–1