CDIJUMPor Luis Fernando Meneses
La historia se encuentra por todas partes. En un archivo histórico podemos encontrar información sobre el pasado en libros, periódicos, revistas, documentos oficiales, fotografías, videos e incluso en objetos.
Hablando sobre los objetos, una buena parte de los que conforman nuestras colecciones provienen sobre todo de las donaciones particulares. Esto es gracias a que en ocasiones las familias y personas nos entregan objetos personales que cuentan una parte de su historia; a veces, una parte muy importante como puede ser la ocupación de algún integrante de la familia.
Esta información no tiene un valor sentimental únicamente. También posee valor histórico, pues nos brinda pistas de cómo se realizaban ciertas profesiones y oficios en épocas determinadas y qué tanto han cambiado desde entonces. Además de que nos dejan conocer parte de la cotidianidad de las personas que los usaron.
Es por todo lo anterior que realizamos una selección de herramientas de trabajo que se resguardan en los acervos del CDIJUM. A continuación podrás conocer un poco sobre ellas, sus propietarios y de sus historias particulares, ¿nos acompañas en este viaje al pasado?
Herramientas de una profesión más que necesaria
De acuerdo con datos de un artículo en línea titulado Anteojos y su disponibilidad en la Ciudad de México durante el porfiriato, entre 1930 y 1938 se instalaron las primeras ópticas en la capital del país, una de las cuales muy probablemente pertenecía al Dr. Félix Wielogura, misma que estaba ubicada en Uruguay 22, en el Centro Histórico y que se llamaba “Ópticos Wielogura”.
El Dr. Wielogura llegó a México junto con su esposa y debido a la falta de profesionistas en este sector, tuvo un éxito rotundo gracias a la alta demanda de anteojos que había en ese entonces.
En 2024, la familia decidió poner bajo nuestro resguardo la historia documental de la familia Wielogura y con ella diversas herramientas, piezas y refacciones que fueron utilizadas por el Dr. Félix en beneficio de la vista de la población mexicana.
La invención de una herramienta novedosa
“Único tallador de brillantes en la república”; así era como se anunciaba en sus tarjetas de presentación el Sr. Max Wolfowitz Z’’L, que junto con su hermano Arturo, fundó el primer taller de joyería y de tallado de diamantes en México (ubicado en la calle Elíseo, número 16), de acuerdo con información del libro Huellas: judíos ashkenazitas destacados de Méxco.
Como parte de los testigos de su oficio, en la Casa de la Memoria Judía contamos con un sujetador de diamantes, así como con un objeto más, que es realmente interesante: se trata de una lupa para identificar la autenticidad de verdaderas esmeraldas y, de acuerdo a una inscripción que la acompaña, fue creada por el Sr. Max Wolfowitz. Como dato curioso, este objeto tiene grabada la palabra “Yami”, que es el sobrenombre con el que llamaba a su hijo Ignacio.
En esta historia hay tela de dónde cortar
Cuando la familia Joselevitz llegó a nuestro país, el jefe de familia comenzó a trabajar de inmediato en el oficio que ayudó a su familia a salir adelante: la sastrería y la costura. Por ello se entiende que esta labor sea parte fundamental de la historia familiar.
Así, cuando el archivo particular ‘Familia Joselevitz’ llegó a nuestra institución, se pusieron bajo nuestro resguardo algunas herramientas de trabajo del jefe de la familia como prendas hechas por el Sr. Víctor Joselevitz, quien era capaz de confeccionar prendas de ropa, así como intervenir piezas ya fabricadas para agregarles decoraciones o adiciones.
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En este fondo documental resguardamos algunos chalecos y camisolas realizadas o intervenidas, así como algunas otras herramientas importantes para su oficio como ganchos de ropa e incluso una agenda con algunos de sus clientes.
El fruto proveniente del amor a enseñar
Más allá de su destacada labor comunitaria en el Consejo Mexicano de Mujeres Israelitas, Esther Comarofsky Z’’L fue una destacada profesora con especialidad en Lengua y Literatura que dedicó su vida a la educación de cientos de jóvenes en las aulas.
Fue maestra y subdirectora en la Escuela Secundaria ‘Defensores de Puebla de 1863’ y es muy probable que su trabajo allí sea el origen de los materiales que resguardamos. Entre ellos podemos mencionar programas de trabajo de español, guías de estudio e incluso un amplio análisis que hizo del Cantar de mio Cid.
Como dato adicional, en Facebook hay una página comunitaria de la secundaria de la que formó parte la profesora Comarofsky, en la que publicaron algunas fotografías en las que ella aparece. Asimismo, es posible leer testimonios de algunos alumnos que la recuerdan. Para visitarla da clic aquí.
Imaginación, juguetes y pasión: las herramientas de un sueño
Dinorah Isaak es documentalista y guionista que ha desempeñado en el mundo de la comunicación en México durante gran parte de su vida. Entre otras cosas trabajó como locutora de radio y guionista, así como en muchos otros proyectos de cine y televisión. Fue parte del equipo profesional de Televisa durante varios años y fue allí donde estuvo más cerca de materializar uno de sus sueños más lindos y significativos en un proyecto titulado “Aquellos juguetes o mi amigo pastito”.
Esta historia se desarrolla en torno a una pequeña niña llamada Lucy Luz, quien gracias a su imaginación podía interactuar con sus juguetes (que cobraban vida). Entre dichos juguetes estaba ‘Pastito’, un duende con vestimenta color verde que la llevaba a un viaje de introspección en el que ella (y los espectadores) podían comprender o acercarse a diversos temas relacionados con el amor, la paz, la libertad y el rechazo a la guerra, la violencia y el sufrimiento.
Como parte de su acervo que resguardamos en el CDIJUM, se preserva el grupo de muñecos que fungían como los juguetes de Lucy, así como bocetos de vestuario y escenografía, memorándums, cartas, guiones, propuestas de presupuestos y story boards. Aunado a ello, tenemos guiones de otros programas en los que participó como una emisión de radio del famoso programa infantil “Burbujas”.
Como pudimos ver a través de este breve recorrido, las herramientas de trabajo nos muestran parte importante de la historia de sus propietarios o autores, así como información sobre cómo se realizaban diversas profesiones y oficios a lo largo del siglo XX en nuestro país. En ellos vemos reflejado el esfuerzo, el ingenio y en muchas ocasiones la pasión puesta día a día de ellas y de ellos, dejando ver que tras todos estos objetos y documentos está la realización de sus sueños, ilusiones y aspiraciones.
Referencia.
- Peralta, J. (2020). Anteojos y su disponibilidad en la Ciudad de México durante el porfiriato. Relaciones. Estudios de historia y sociedad, 41 (163), 82-96. Recuperado el 25 de mayo de 2025 de: https://doi.org/10.24901/rehs.v41i163.609.
- Rubinstein, A. Comunidad Ashkenazí de México, A.C. (2017). Huellas: judíos ashkenazitas destacados de México. México. Biblioteca del CDIJUM.
- Fondo ‘Familia Wolfowitz’. Archivo Histórico del CDIJUM.
- Fondo ‘Familia Wielogura’. Archivo Histórico del CDIJUM.
- Fondo ‘Familia Joselevitz’. Archivo Histórico del CDIJUM.
- Fondo ‘Esther Comarofsky’. Archivo Histórico del CDIJUM.
- Fondo Dinorah Isaak’. Archivo Histórico del CDIJUM.
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